miércoles, 16 de noviembre de 2011

El retorno de la pieza a Tírig puso fin a más de dos décadas de negociaciones

La pieza, que mide sólo 20 centímetros, está expuesta en un lugar preferente del Museo de la Valltorta

La pieza fue arrancada del barranco de Tirig con un taladro hace más de 70 años y un arqueólogo la cedió al Museo de Cervera

La llegada de l'Arquer al Museo de la Valltorta fue fruto de las largas negociaciones mantenidas entre la Generalitat Valenciana, mediante la Conselleria de Cultura, y el Ayuntamiento de Cervera, que se desarrollaron durante casi dos décadas.
Fue en 2009 cuando, según informaron fuentes de Cultura, se intensificaron de nuevo las negociaciones con la consigna de máxima discreción. Finalmente, n septiembre del año pasado el Consistorio de la localidad catalana aprobó en pleno ceder la pintura rupestre.
La pieza, que representa a un cazador en plena carrera, forma parte de las pinturas rupestres halladas en la Cova dels Cavalls de Tírig en el año 1917 y, con ellas, es parte de la declaración de Patrimonio de la Humanidad formulada en 1998 por la Unesco para el arte rupestre levantino, la única declaración de este tipo con que cuenta la provincia de Castellón.
Su desaparición del barranco de Tírig se remonta a los años 30, cuando, tal como recoge un documento descriptivo de la propia Conselleria, «con demasiada frecuencia sufrió agresiones y actos de vandalismo, la mayoría irreversibles». En el caso del arquero que ahora se recupera, fue arrancado con un taladro hace más de 70 años de la escena de caza, ahora incompleta, de la que forma parte y cambió de manos, pasando incluso por Francia, hasta recaer en las de Agustí Duran i Sanpere, que reconoció el valor de la pieza y decidió donarla para su conservación a Cervera.
En 2001, con la remodelación de la casa natal del arqueólogo como museo, l'Arquer pasó a ocupar un lugar preferente en la exposición permanente del centro. Desde entonces, autoridades valencianas y catalanas intentaron llegar a un acuerdo.La directora del Museo de Cervera, Carme Bergés, justificó la cesión del arquero en la mejora de las condiciones de mantenimiento en la Valltorta, que no se daban hace una década, cuando la provincia de Castellón lanzó una ofensiva para recuperar el guerrero.
En la actualidad, l'Arquer está expuesto en un lugar de honor en el museo, rodeado de una reproducción de la Cova dels Cavalls, lo que permite contextualizar este pequeño ejemplo -mide 20 centímetros- en el arte rupestre levantino.

(Noticia extraida de www.provincias.es)

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