jueves, 19 de enero de 2012

El sepulcro de Huerta Montero abre al público como atractivo turístico

El yacimiento es una tumba colectiva prehistórica con una cámara circular y un corredor como acceso. La oficina turística organizará a partir de hoy visitas guiadas a este hallazgo datado en la Edad del Cobre


El yacimiento arqueológico Huerta Montero de Almendralejo se inauguró ayer después de concluir su recuperación hace más de un año. Con este edición se abre al público un nuevo atractivo turístico en la ciudad.

El yacimiento lo constituye un sepulcro descubierto en la Vereda Corona en 1988. Tras estudiar los restos que había en su interior, el hallazgo fue cubierto de tierra durante varios años para protegerlo. Hace dos años se inició su recuperación en el marco del proyecto Alba Plata II de la Junta de Extremadura, quen ha invertido unos 305.000 euros en su rehabilitación y 60.000 euros en mejorar la parte ajardinada de la parcela.

Este yacimiento es una tumba colectiva prehistórica ubicada en una cámara circular con falsa cúpula y un corredor de acceso a la misma con una longitud de quince metros. Este enterramiento subterráneo está orientado hacia levante y se utilizó durante mil años. En él había enterradas unas 140 personas, el 40% de ellas niños.

Actualmente se encuentra expuesta la tumba y la puerta de acceso, ya que los restos de huesos y los utensilios que se encontraron se depositaron en Badajoz. Con el objetivo de conservar el yacimiento en el futuro se ha dotado al monumento de un sistema de cubierta.

El itinerario de la visita se ha ordenado mediante la construcción de una pasarela perimetral, que facilita la observación del conjunto. Se ha complementado con paneles informativos sobre las técnicas constructivas y los rituales funerarios de las primeras sociedades agrarias de la Prehistoria. Ejemplo de ello es el solsticio de invierno. La tumba está diseñada para que el 21 o el 22 de diciembre el sol atraviese el corredor iluminando la pared del fondo de la cámara. Los arqueólogos aseguraron que se podría deber a la práctica de una ceremonia especial relacionada con los antepasados.

La empresa almendralejense Procondal se ha encargado de ejecutar los trabajos y el arqueólogo local Paco Blasco ha supervisado y trabajado en la recuperación del yacimiento.

Tras su inauguración, la oficina de turismo organizará a partir de hoy una serie de visitas guiadas por este yacimiento de la Edad del Cobre.

El encargado de inaugurar el conjunto arqueológico fue el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, quien destacó que Almendralejo se convierte así en un centro de actividad arqueológica mundial, "porque la valía de este hallazgo supera el límite de nuestras fronteras reconociendo el esfuerzo y la entrega del equipo de arqueólogos que ha trabajado en reconstruir una porción de la historia de la Humanidad".

Monago informó de la elaboración futura de un plan general de bienes culturales de Extremadura, ya que el ejecutivo extremeño "apuesta por una proyección a nivel nacional e internacional del tesoro extremeño", con el fin de conseguir "un turismo de calidad, en el que el patrimonio tenga protagonismo".

MAS YACIMIENTOS El presidente extremeño estuvo acompañado por la consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales, y por varios directores generales, así como representantes de colectivos locales. El alcalde de Almendralejo, José García Lobato, señaló que la apertura de este yacimiento supone una nueva oferta cultural para los almendralejenses y un nuevo atractivo turístico para la ciudad, basado en el patrimonio y la historia, que se complementará con la próxima rehabilitación del yacimiento encontrado en la curva de Hormigusa y con otros edificios emblemáticos de la ciudad.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=q4-IAZ07F2k#!

Información extraida de http://www.elperiodicoextremadura.com


martes, 17 de enero de 2012

Algunos videos de Arte Rupestre









Videos extraidos de Youtube.

El Barranco de los Grajos, arte rupestre en estado puro

Pinturas rupestres

De entre todos esos tesoros remotos, que en muchas ocasiones ni sabemos que están ahí, tiene un sitio privilegiado el yacimiento de pinturas rupestres del Barranco de los Grajos en Cieza. Localizado en la sierra de Ascoy. Se trata de tres abrigos, es decir, cuevas pequeñas y poco profundas, que servían como resguardo del frío y los vientos. En estos abrigos se encontraron las famosas pinturas rupestres, que pertenecen al estilo levantino. Este yacimiento está incluido en el catálogo de Arte Rupestre del Arco del Mediterráneo, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998.

Podemos llegar a este yacimiento desde el polígono industrial de Ascoy, por el mismo camino que nos lleva al parque eólico, hasta que damos con una bifurcación en la que se indica la dirección hacia el barranco. El camino a partir de aquí se vuelve más regular y cómodo, y finaliza en una zona habilitada como aparcamiento, que es donde comienza la visita. Hasta hace unos meses el Ayuntamiento de Cieza organizaba visitas, aunque actualmente no hay disponibilidad de las mismas.

De cualquier manera, el acceso es fácil y se puede visitar sin guía, ya que se han acondicionado las instalaciones. Podremos encontrar al inicio un cartel informativo que explica los dos caminos que podemos tomar para adentrarnos en el barranco, dependiendo de la dificultad.

Un gran tesoro

El estilo levantino se manifiesta a lo largo de la costa este de la Península, desde Lérida hasta Almería. Se cree que tiene su origen en el Mesolítico, aunque hay opiniones enfrentadas dependiendo de la fuente de investigación. En general, las pinturas se encuentran en formaciones rocosas situadas al aire libre, caracterizadas por estar pintadas de un solo color, generalmente negro, rojo o blanco, ya que eran los colores que con mayor facilidad se obtenían de diferentes minerales.

La temática además resulta toda una novedad, ya que aparecen figuras humanas y animales, en situaciones concretas, de manera que se representa actividades cotidianas de estos homínidos, como son la caza, con escenas en las que se puede diferenciar claramente las figuras de hombres y animales, así como de armas; la guerra desde el punto de vista ritual, y la vida cotidiana, con las actividades relacionadas con la agricultura.

En un primer momento resulta complicado ver las pinturas con claridad, debido al estado de conservación, especialmente en el caso del tercer abrigo. El primer abrigo es el más rico en representaciones, con medio centenar de figuras que representan danzas rituales de gran complejidad.


Información extraido de : http://cieza.kallejeo.com

miércoles, 11 de enero de 2012

Arte rupestre aflora en semidesierto guanajuatense


Más de 3 mil motivos pictóricos rupestres, distribuidos en 40 sitios rocosos, fueron hallados en el noreste de Guanajuato, por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta). Se trata de imágenes que aluden a rituales de paso, curación, petición de lluvias o de culto a los cerros, que fueron hechas por antiguas sociedades de cazadores-recolectores que ocuparon esa zona durante el primer milenio de nuestra era (siglos I al X d.C.).

Entre las improntas también se descubrieron representaciones religiosas e inscripciones correspondientes a la época colonial, realizadas por comunidades otomíes; además de otras hechas por rancheros y religiosos en los siglos XIX y XX.
El hallazgo se registró durante la cuarta temporada de investigación y registro del proyecto Arte Rupestre en la Cuenca del Río Victoria —que abarca la zona semidesértica de Querétaro y Guanajuato—, realizada recientemente por especialistas del INAH, dirigidos por el arqueólogo Carlos Viramontes.

“Se hallaron más de tres mil motivos pictóricos distribuidos en 40 sitios, entre frentes y abrigos rocosos, distribuidos en los municipios de Tierra Blanca, San Luis de la Paz, San Diego de la Unión, Xichú y Victoria, en Guanajuato.

Dichos espacios —que se suman a los más de 70 sitios con arte rupestre hallados en dicha entidad desde finales de la década de los ochenta— fueron clasificados preliminarmente en dos grupos: los públicos, donde quizá participó un gran número de personas en la creación de la iconografía como parte de algún ritual, ya que es fácil accesar al ubicarse cerca de los pies de monte en los valles; y los privados, donde se cree que un pequeño número de individuos hacían ceremonias, pues existe dificultad para llegar hasta ellos al hallarse escondidos en cañadas y barrancas”, explicó el arqueólogo Viramontes.

Ejemplo de lo anterior, dijo, son los sitios conocidos como Manitas, en la comunidad de Tierra Blanca, y Cerro Redondo, en el municipio de San Luis de la Paz. El primero corresponde a un lugar de ritual privado, donde quizá sólo participaban el especialista de rituales y sus aprendices, ya que se ubica cerca de una cumbre montañosa de alrededor de 3,400 m de altura, escondido en una cañada, que dificulta su acceso.

Las improntas aluden a figuras humanas, plantas y animales —algunos de ellos semejantes a seres fantásticos—, así como algunos trazos geométricos y manos en colores rojo y negro, hechos por grupos de cazadores-recolectores.

“Mientras que Cerro Redondo —añadió el arqueólogo— lo consideramos un espacio público para rituales, en el que participaban gran número de personas; se trata de una pequeña elevación en medio de una planicie que fue habitada por sociedades de cazadores-recolectores por cientos de años. Allí se hallaron iconografías rupestres antropomorfas, así como de plantas, como peyote, o de animales, como ciervos e insectos”.

Cabe decir que las representaciones hechas por cazadores-recolectores, tienen como característica los tonos amarillo, rojo y negro, que por lo general se usaron para pintar figuras humanas con tocados, faldellines y escudos en manos, así como algunos instrumentos no identificados aún; en algunas ocasiones también portan arcos y flechas en escenas de caza o de guerra.

“También hay una gran diversidad de animales representados, principalmente ciervos (quizá venados cola blanca, muy comunes en la región), cánidos, insectos como ciempiés y arácnidos, y gran cantidad de aves —generalmente con alas extendidas— junto a círculos radiados que probablemente sean representaciones solares”, abundó Carlos Viramontes.

“Para los antiguos cazadores-recolectores —expresó el experto del INAH— el acto de plasmar imágenes en roca iba más allá de dejar huella de la memoria colectiva de momentos históricos, climáticos y rituales, puesto que para ellos los abrigos y frentes rocosos utilizados para pintar, eran el punto de contacto entre el mundo material y el espiritual, según se ha determinado por medio de la misma iconografía, en la que reflejaron el culto ancestral a la piedra y al cerro como entidades vivas”.

El especialista, adscrito al Centro INAH-Querétaro, señaló que la pintura rupestre relacionada a la época colonial, se integra por representaciones de cruces, capillas, altares, e inscripciones con fechas; todas estas improntas fueron hechas con pigmentación blanca, propia de los grupos otomíes que se asentaron en el semidesierto guanajuatense y queretano, a partir del siglo XVI.

“En cuanto a imágenes del siglo XIX, se observan cruces, altares y personajes pintados por rancheros, lo que se determina por los trazos burdos y la pigmentación roja con la que fueron hechos (contrario a las coloniales que están en blanco). Además, las representaciones humanas portan pantalones bombachos y sombreros en la cabeza propios de aquellos años.

Actualmente se elabora el informe detallado de estos sitios y la iconografía rupestre que contienen, los cuales quedarán inscritos en la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas del INAH en febrero de 2012. “Continuaremos trabajando en la localización, investigación y resguardo de este rico patrimonio rupestre del noreste de Guanajuato”, concluyó el investigador.

(Información sacada de www.siempre.com)