martes, 18 de mayo de 2010

La Cueva del Castillo de Monfragüe


En el enclave privilegiado de Monfragüe se encuentra uno de los conjuntos de pintura esquemática más importante, no solo del territorio extremeño, sino de en el ámbito nacional, con un complejo conjunto de arte rupestre, con más de un centenar de localizaciones, aunando en un mismo lugar la belleza del paisaje con el valor patrimonial que alberga. En especial podemos destacar conjuntos entorno al Arroyo Barbaón y las representaciones de la Cueva del Castillo. Esta última, referente dentro de las representaciones dentro del Parque, fue descubierta en los años setenta, por los maestros nacionales de la localidad de Torrejón el Rubio, D. Leandro Nieto y D. Manuel de Carlos, convirtiendo este descubrimiento en una de las estaciones de pintura postpaleolíticas más tempranamente conocida de la provincia de Cáceres.

Visible desde el camino que conduce a los restos del castillo medieval de Monfragüe, se trata de una gran oquedad situada en la base del farallón cuarcítico. Su interior se va estrechando , con una profundidad de algo más de 10 m. En ella podemos encontrar pinturas y grabados, los cuales situarían una primera fase de uso de la cueva en el paleolítico , hasta la edad del hierro, demostrando diferentes fases de realización.



Tras una primera fase, a la que corresponderían los grabados lineales finos, se localizan ya del periodo Epipaleolítico, transición hacía el neolítico, figuras que aun conservan el naturalismo y detallismo anatómico, como el gran cérvido infrapuesto al conjunto de antropomorfos más conocido y conservado del abrigo (Ver imagen, parte superior difuso detrás del primer antropomorfo) De este periodo encontramos ejemplos en otros lugares como el Paso de Pablo (Berzocana) o el Abrigo del Arquero (Ceclavín).

Ya dentro del Neolítico- Calcolítico destacamos sin duda el grupo de antropomorfos de trazo grueso y tonalidad anaranjada que responden a las características del arte esquemático. El hecho de que algunas figuras, de este mismo conjunto, presenten rasgos claramente diferenciadores, marcando una jerarquización, y al estar realizadas en un trazo más fino, mostraría una fase aun más temprana de realización, ya Edad del Bronce. Podemos observar por tanto una superposición de diferentes motivos de diferentes periodos en un mismo panel.

En el resto de la cueva, podemos observar diferentes representaciones, que siguen las lineas tanto cromáticas, como figurativas del arte esquemático, con representaciones de dactilares, pecniformes, antropomorfos, zoomorfos... siendo las representaciones de este periodo las más numerosas de la cavidad.

Destacar, además de lo ya citado, es una inscripción en grafitado negro, que parece corresponder con la denominada Escritura del Suroeste. Su transcripción equivaldría a los sonidos KO.N.KO.L.TI.R.U, y podría fecharse hacia los siglos V y IV a.c. (Beltrán Lloris, 1973)





La localización, la peculiaridad, así como el interés
patrimonial de la Cueva del Castillo, han llevado a la realización de trabajos de limpieza y restauración que han devuelto a estos motivos parte del esplendor perdido. Para evitar, la acción de desaprensivos, algo que ya ha sufrido, se han llevado labores de cerramiento, pero apoyado con infraestructuras de acceso y cartelería informativa para que pueda disfrutar el visitante.

martes, 27 de abril de 2010

Abrigo "El Risco de San Blas" Alburquerque

(Calco realizado sobre las pinturas de "El Risco de San Blas", Alburquerque")

En la localidad de Alburquerque, al noroeste de la provincia de Badajoz, se encuentra el denominado abrigo de "El Risco de San Blas", principal enclave de la localidad, ya que en el termino municipal se localizan otros seis abrigos con pintura rupestre esquemática. Este abrigo es el primero en ser publicado en nuestra comunidad, en primero lugar por Hernández Pacheco y Aurelio Cabrera en 1916, y posteriormente por el Abate Henri Breuil en 1933.

En el gran panel del abrigo principal de "El Risco de San Blas" se han observado al menos dos fases diferentes en la realización de las pinturas. En un primer momento formado por motivos de trazo grueso y color anaranjado desvaido ya por el tiempo, y que se encuentran en un segundo plano con respeto a los motivos más recientes. En la segunda fase se observa una mayor profusión de motivos, cuya tipología es mucho más compleja, lo que conlleva una mayor dificultad interpretativa de ellos, asi como en su realización ya tienen añadidos en trazo fino y un pigmento de tonalidad más oscura.

Los motivos de la primera fase se presentan motivos poco variados y dificil interpretación. Estos representan combinaciones de trazos verticales y horizontales, en uno de los casos la combinación se realiza con formas circulares. Así como una muestra de antropormorfo y pectiniforme de considerable tamaño.

En la segunda fase la mayor parte de las representaciones, en un gran número, son antropomorfos en dos formatos básicos: figuras en "Y" (simple o doble) y motivos con extremidades en arco (ancoriformes y ramiformes). De ambas fases, además de las diferencias cromáticas, podemos decir que se establece una diferencia en los detalles que conforman las figuras, desde tocados o adornos, hasta la multiplicación de trazos traversalmente (ramiformes).

En conclusión se podría considerar la representación de grupos humanos tribales o familiares, y en la cual se pueden diferenciar las figuras por su estatus dentro del mismo, debido a los tocados y adornos de las figuras, como ocurre con el grupo humano de "La Cueva del Castillo" Monfragüe (también con añadidos de épocas posteriores) Estudios realizados por Hipólito Collado y José Julio García Arranz, para las Guías Arqueológicas de Extremadura.

jueves, 25 de marzo de 2010

Cueva de los Perros (Zarza Capilla)



En el término municipal de Zarza Capilla, se encuentra una de las representaciones más importantes de pintura esquemática de La Serena. Esta, que se encuentra en la denominada sierra de las Cabras, es una cueva de bastante amplia,cuyo suelo se encuentra completamente inclinado, lo que dificulta el acceso.

Ya en el exterior de la misma, podemos observar algún ejemplo, como un antropomorfo, con tocado y una especie de apendice a la altura del pecho (arma, colgante, adorno...) acompañado por dactilares y una barra en un pequeño saliente. Ya en el interior en una zona más oscura y distribuido en varios lugares, encontramos ejemplos de dactilares agrupados, puntos, alguna barra y antropomorfos, los cuales se sitúan solitarios en tres de los casos (incluido el de la entrada) o agrupados ocupando un amplia zona con un total de unos dieciséis aproximadamente, ya que algunos se aprecian bien y otros aparecen más borroso (la mayoría de trazo grueso y bastante claros y otros de trazo fino)en otra zona, se aprecian otros antropomorfos, que por deterioro de la piedra no se encuentran completos.

Pero lo que más destaca en todo el conjunto de esta cueva, es un tiro de perros en fila, que es la que da nombre a la misma. Estos se encuentran perfectamente aliniados formando una fila con un total de nueve perros, cuya fisonomía es claramente reconocible (aunque es cierto que podrían asemejarse tambíen a capridos). Esta agrupación es la más numerosa, por que en otra zona vuelven a aparecer, aunque por el deterioro de la piedra solo se aprecían dos (uno, la parte de la cabeza y otro la parte de la cola.) Podría tratarse, de una escena de domesticación.

En cuanto a la técnica, no difiere mucho de la de otros abrigos y cuevas de la zona, con titas planas y monocromáticas, con tonaildades entre rojizo y anaranjados.
En cuanto a lo formal la Cueva, muestra uno de los pocos ejemplos, de figuras de animales de La Serena (exceptuando la Cueva del Aguila, Magacela) claramente reconocibles.

A pesar de no ser un abrigo con una gran profusión de figuras, como ocurre en otros lugares, la importancia de las figuras tanto, las humanas colocadas casí jerarquicamente (recuerda a la Cueva del Castillo de Monfragüe), como la de los perros, sin duda, la convierten en uno de los hallazgos más significativos de la pintura esquemática de Extremadura.

Abrigo del Aguila



Uno de los últimos hallazgos de pintura rupestre de Cabeza del Buey, es éste Abrigo del Aguila, descubierto por Jose Enrique Capilla, fotográfo (realizando fotografías y publicaciones de otras pinturas rupestres de Extremadura como "La Cueva del Castillo de Monfragüe") y vecino de la localidad. El nombre de dicho abrigo se debe a que junto al mismo se encuentra un nido de Aguila. (En la fecha visitado este se encontraba vacio) Abrigo con una amplia terraza, acabando en un corte vertical pronunciado y de muy dificil accesibilidad, sin duda, de importancia estratégica, ya que desde el mismo se tiene una visión de toda la dehesa, así como por encontrarse cerca de un puerto entre la Sierra de la Rinconada y la Sierra de la Osa.

Las pinturas siguen la linea, con algunas novedades muy siginificativas, de las pinturas localizadas en otros yacimientos de los alrededores, con antropomorfos (bitringulares en algunos casos, unos más visibles y otros en el techo de un pequeño saliente a baja altura), barras, dactilares, ideomorfos, formas similares a tectiformes, ramiformes y pectiniformes, repartidos por el panel central. En cuanto al color, son monocromas y los tonos van desde rojizos a anaranjados, destacando sobre todo las barras combinadas en blanco, de gran valor e importancia por no encontrarse muchos ejemplos en este color en la zona (Las Calderetas en Benquerencia) Este último ejemplo, de barras en blanco, (parecen formar una especie de hoja) se encuentran separado del panel central, en un recodo posterior que hace la propia roca.

Sin duda este Abrigo supone un importante hallazgo, tanto por la calidad de las pinturas, que por la protección natural del abrigo, se conservan en bastante buen estado, como por la formas blancas que rompen con la linea cromática predominante.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Abate Henri Breuil





H. Breuil nació en Mortain dans la Manche. Sus inquietudes le condujeron al estudio, y su fe a ordenarse sacerdote en 1900. A partir de este año y durante la mayoría de sus más de ochenta años de vida, persiguió su gran ilusión, que consistía en el estudio del arte primitivo de las cavernas, compartiendo sus descubrimientos con otros investigadores.

Llegó a ser una figura influyente y muy conocida en el campo de la arqueología, donde dejó una huella indeleble, siendo pionero en el estudio del arte Paleolítico de las cavernas.

Designado como profesor en el Instituto de Paleontología Humana en 1910 junto con el paleontólogo alemán Hugo Obermaier, H. Breuil llegó a ser el titular de la primera Cátedra de Prehistoria en el Collège de France en 1929 y miembro del Institut de France en 1938.

En 1911 y 1912, visitó el sur de Ciudad Real en la Sierra Madrona, perteneciente al Sistema Mariánico, descubriendo y catalogando gran número de enclaves con pinturas prehistóricas, lineales y esquemáticas, en cuevas y abrigos rocosos de los términos de Solana del Pino y Fuencaliente. En esta última localidad se encuentra el importante enclave de Peña Escrita, declarado Monumento Nacional.

Una de las grandes obras, que aportó el abaté Henri Breuil al estudio del arte rupestre fue "Las pinturas rupestres esquemáticas en la Peninsula Iberica", 1933. Dedicando un tomo completo (Tomo II) a las pinturas en nuestra comunidad autónoma. Desde Alburqueque (Risco de San Blas), Arroyo de San Serván, Alange, Hornachos hasta la mayoría de localizaciones en la comarca Serena. (Helechal, Cabeza del Buey,Peñalsordo)

Es indudable la labor del abate en nuestro territorio, ya que abrió el cámino a otros investigadores, que posteriormente completaron los estudios de H.Breuil tanto en la investigación de localizaciones ya estudiadas por él, como en el descrubrimiento de otras a lo largo del siglo XX.

En 1958 se le concedió el grado de Comendador de la Legión de Honor de Francia.

jueves, 4 de marzo de 2010

Abrigo Cerro Estanislao



Abrigo de pintura rupestre, situado en el Valle del Aliso, a unos 4km de la localidad de Cabeza del Buey, dirección Córdoba,ya catalogado en 1933, por el Abate francés Henry Breuil, en su catalogo de pintura rupestre junto con otros yacimientos. Esta formado por tres estaciones, de las cuales la central está siendo adecuada y adaptada para la visita por la Junta de Extremadura. La Estación central, es una pared, practica mente vertical, en la que se encuentran la mayor cantidad de representaciones.

Las barras, ya sean solas, asociadas a otras formas, o en conjunto como en este caso, es uno de los elementos más característico de la pintura esquemática de época Neolítica-calcolítica, y es quizá uno de los motivos más repetidos en los abrigos y cuevas que se encuentran en nuestro termino municipal. En el mismo además de las barras, encontramos dactilares, antropomorfos, ramiformes, formas circulares...

Este conjunto sigue las características propias del arte esquemático, ya que se ha realizado con tintas planas, monocromático y con trazos sencillos. Los colores usados en este abrigo varían entre rojizos y anaranjados, como en la casi totalidad de los hallados en el termino municipal de Cabeza del Buey. Estos pigmentos están realizados con oxido de hierro pulverizados y aglutinados con agua u otra grasa o materia resinosa.

Los motivos representados durante este periodo se reducen a sus rasgos esenciales, en un proceso de abstracción de la realidad, que hace en ocasiones difícil su interpretación. El significado de estos motivos, va desde fines religiosos, culturales, territoriales…

De entre los motivos a destacar en Cerro Estanislao, en la roca a la izquierda a unos cuantos metros de la roca central, pero sin señalizar, está la representación de un arboriforme, como muestra de variación plástica de los motivos. Sin ningún parecido en la zona, como apuntan J.A González López-Arza y F.Gutierrez Llerena (Revista de Estudios Extremeños, 1993 nºIII, Septiembre-Diciembre. Tomo XLIX), parece representar un árbol hueco, incluso con una especie de construcción, a modo de cabaña en la parte superior.