Arte rupestre con estrellas

Un guía muestra con una linterna a una visitantes
las representaciones rupestres

El yacimiento de Siega Verde muestra sus grabados con visitas guiadas en horario nocturno

A pesar de que pueda resultar contradictorio, la noche, la que todo lo esconde, se ha convertido en aliada perfecta del yacimiento arqueológico de Siega Verde, en la comarca salmantina de Ciudad Rodrigo. Algunos de sus grabados, apenas perceptibles a la luz del día se muestran en todo su esplendor una vez que anochece, sobre todo aquellos en los que sus creadores utilizaron la técnica de la incisión, a través de una fina línea grabada y que es el sistema predominante en las figuras de menor tamaño.

Hace más de un año que Adecocir (Asociación para el Desarrollo de la Comarca de Ciudad Rodrigo) comenzó a trabajar en esta idea que ha salido adelante en este último trimestre del año. El gerente de esta entidad, Fernando Ramos, sostiene que «hay que copiar lo bueno», para referirse al hecho de que en el yacimiento portugués de Foz Coa realizan visitas nocturnas desde hace unos 12 años y los resultados han sido «muy espectaculares».

Tampoco se puede olvidar que Siega Verde obtuvo en agosto de 2010 la declaración como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco como una extensión del yacimiento luso por lo que a los grabados españoles todavía les queda mucho recorrido independientemente de que el futuro pase por una unidad de gestión de los dos yacimientos. La idea de Adecocir es «intentar lanzar estas visitas nocturnas y si funciona, continuar con ellas e incluso consolidarlas», explica Ramos. Ataviados con chalecos y linternas, en grupos muy restringidos y siempre con reserva previa, los guías introducen al curioso en el Paleolítico Superior a través de más de 600 grabados. De hecho, en este yacimiento se han catalogado 91 paneles con 646 representaciones de animales y signos esquemáticos. Al cobijo de la noche tan solo se muestran algunos de los más destacados pero sobre todo, aquellos que no se aprecian de día.

Mar Gómez es una arqueóloga que reconoce haber visitado «muchas veces» Siega Verde pero hasta ahora, siempre de día. Su experiencia con luz artificial y la que brindan la propia luna y las estrellas ha resultado «mágica», ya que a su juicio «se aprecia mucho más que de día».

Tomás Méndez, uno de los guías, no deja de jugar con las luces para que el visitante observe representaciones de cérvidos, bóvidos y caballos. Asegura que «todos los que han venido de noche se van muy contentos, al menos eso es lo que nos comentan». De momento es pronto para saber qué supondrán estas visitas nocturnas para este yacimiento descubierto en 1988. Lo que sí se sabe es que tras un año como Patrimonio de la Humanidad, el número de visitas a Siega Verde se ha incrementado en un 30%.

(Noticia extraida de www.elnortedecastilla.es